sábado, 4 de diciembre de 2010

La nota a pie de página, el prólogo del prólogo

Caminando como La Maga en las bohemias calles del barrio Latino. Desayunando como Holly Golightly frente a Tiffany's. Abrochando y desabrochando en un tic nervioso el tercer botón de la camisa como la sargento Sarah Brown. Siendo un poco malvada como Eve. Soñando con repetir la típica escena de De aquí a la eternidad, con Burt Lancaster, arena y salitre. Cenando en el barco de An Affair to Remember, prometiendo aparecer con un ramo de flores en lo alto del Empire State. Cantando como Jessica Rabbit Why Don't you do it Right. Volviéndome loca como María Elena por momentos, mientras la melodía de "Barcelona te estás equivocando" impregna la escena en forma de notas musicales que danzan por encima de los árboles hasta desvanecerse en el horizonte. 




Paseando por New York, cerca de esos rascacielos de los que he escuchado decir que son como los de Gran Vía, sólo que más altos. Como los tacones que estoy llevando. Pidiendo Dry Martinis con Nacho. Compartiendo impresiones con mi compañera de camarote, Marilyn Monroe, sobre si los Diamantes son o no el mejor amigo de una mujer.

Y todo para finalmente acabar cantando bajo la lluvia, echando de menos el granito y el aura de "romanticismo trasnochado" que aporta la luz de la candileja sobre los charcos.

Si es que necesitamos los huevos.