viernes, 24 de septiembre de 2010

Suerte que somos la generación de los vuelos baratos

Madrugar me sienta horrible. Los fines de semana, más. Los fines de semana a las 6 de la mañana, más todavía. De hecho, llegar a la redacción y encender la luz porque todavía no hay nadie, más todavía.
Recojo los paquetes de prensa en la entrada y, para mejorar mi humor previo al café que va después de leer titulares a las ocho, leo en El País, "Sin mis padres, no llego a fin de mes".
Pero ahí no queda la cosa, el guardia de seguridad, que ahora que tengo tarjeta no me tiene que abrir la puerta y está como más sosegado en su trabajo, me llama afortunada cuando me pregunta: ¿Pero sólo vienes los fines de semana? Y evitando toda cara de póker posible que muestre algún atisbo de que estaré aquí las próximas 13 horas salvo excursión al Caprabo (uueee) intento ser agradable y sonreír cuando me dice "eres afortunada, estamos en crisis".
Y claro que estamos en crisis, pero tranquilos, no será a mí a quien le suban el IRPF este año.

Así que nada chavales, suerte que nos quedan los vuelos baratos para que por lo menos podamos ir a casa de vez en cuando...

4 comentarios:

  1. deberiamos de pillar un vuelo de esos a Ams, París o Berlín, como lo ves?

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  2. Hasta finales de noviembre mi horario está blindado, como el sistema electoral venezolano (según Chávez, claro)

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  3. LOS ACONTECIMIENTOS ESTAN AHI PORQUE TU LOS HAS CONVOCADO DE TI DEPENDE RESOVERLOS

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  4. Dolo, estás siendo ambigua! Esta noche te pregunto. un besooooo

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